lunes, abril 10, 2006

Easter Holidays, crónica del segundo viaje, Stirling & Loch Lomond

5 de Abril de 2006. 7 de la mañana. Suena el despertador y me preparo el bocata volando. Cogemos el bus. Nieva en Aberdeen.



Tren hacia Stirling, sobar en el tren. No nos pudimos sentar juntos porque los asientos estaban numerados, así que me senté con los de mi grupo de cuatro para el tren. Estos son, Eve (Belgica), Stefan (Austria) y Oliver (Suiza). Moló mucho el viaje porque no nos conocíamos casi e hicimos amistad en seguida. Eve y Stefan son super majos y además hacen to buena pareja y hablan alemán entre ellos, qué fuerte! Estuve intentando soltar alguna parida en alemán y, el resto del viaje, simplemente dormimos o disfrutamos del paisaje. Al llegar a Stirling hacía un sol increible (indicibile!).




Una vez que nuestra guía particular, Andrea, consultó el mapa por primera vez (pero no última), nos dirigimos al albergue. El camino fue mítico: la ciudad, con sol, era de lo mejor que he visto en Escocia en cuanto a pueblos y ciudades!





El albergue (conocido en Escocia como Youth Hostel) tenía muy buena pinta, super grande y las habitaciones de calidad suprema con baño y ducha dentro de la habitación! Una vez nos acomodamos (a mi me pusieron en la habitación con Andrea, Melanie y Henriikka, fuimos a ver el castillo de Stirling, el de la batalla de Braveheart (o algo por el estilo).






El castillo estaba to wapo, en especial porque el tiempo nos sonrió durante todo el día! Eso si, la entrada nos costó un huevo! Yo para enterarme de cosas lo que hice fue acoplarme a los grupos de visitas guiadas, los guías de las cuales eran de lo más pintoresco!






Una cosa que molaba mucho era la vista desde el castillo hacia el infinito (y más allá), pues se podía vislumbrar el monumento a William Walace en lo alto de una colina.



Aquí tenéis un ejemplo de lo que más echo de menos en los viajes: parar a comer! Aquí la gente no entiende o no comparte el concepto de que, cuando tienes hambre, puedes parar media horita, sacar el bocata o las papas de turno y comértelo tranquilamente en una mesa con bancos o en el suelo, en compañía mientras charras y te relajas un poco. Aquí nada de eso, estos Erasmus lo que hacen es, cuando les entra hambre, se sacan el sandwitch y empiezan a comer mientras estan caminando, yo no sé cómo no les sienta mal, de verdad! Pero cómo son tan moniatos? Es un ambiente que echo de menos...

Cuando estuvimos hartos de castillo, fuimos a una casa famosa de la ciudad donde hicimos fotos estúpidas para la colección


y luego hicimos la excursión hacia el monumento de Wallace. De nuevo soleado, aunque hacía fresco igualmente y un viento que flipas.


Para llegar a donde está el monumento tienes que subir lo menos un millón de escaleras, y la verdad es que una vez estuvimos arriba y nos sentamos a descansar, no había quien nos levantara, encima te daba el sol en la cara que suceso paranormal!!


Había que pagar 4 libras más para la entrada. Que les dén, nos quedamos en la puerta.

Al volver pasamos por el supermercado y compramos la comida en común. Nos costó sólo 4 pounds, qué lujo! Una vez ya en el hostal, guardamos la compra (tuvimos que poner cartelitos donde pusiera "Erasmus Aberdeen" en toda la comida para que supieran que no podían cogerlo) y nos pusimos a las órdenes del chef Lukas para cocinar pasta con verduras.


El cachondeo más grande fue ver a Deborah haciendo la ensalada por primera vez en su vida, ya que en Malaysia ella nunca come ensalada! Ah! y (cómo no) yo hice la sangría!!!



La cena estuvo muy divertida, conseguí que volvieran a cantar el ñam ñam bon profit!!!! Incluso invitamos a un alemán que estaba en el albergue, ya que había salsa y pasta para dar y regalar. Es una lástima saber que estás tirando la comida, pero es que nos resulta difícil calcular las cantidades según la gente que vamos a ser!!

Tras la cena y las conversaciones de Lukas con el cheddar ("you know, my friend, I'm gonna have to eat you!"), estuvimos jugando a "Yo nunca he", tocando la guitarra, leyendo revistas, ... hasta que se hizo la hora de ir a dormir.

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Al día siguiente por la mañana bajamos a desayunar, y decidimos pasar el resto de la mañana paseando por la ciudad y quizá entrar en alguna tienda towapa de las que vimos el primer día.

No me diréis que el almuerzo no es de lujo eh???

Fuimos, para ser exactos, a la siguiente lista de negocios:

- Guitar shop
- Toy shop: una tienda de juguetes en la que tenían lo de hacer cuadros con plástico, un juego que solía tener de pequeña!!
- Librería de segunda mano: elisa me compró un libro towapo de Janice Galloway, una escritora de Glasgow que de verdad admiro! Quise comprarme un libro de segunda mano de Los Cinco (Enyd Blyton); pero estaban super caros. A ver si encuentro más baratos en Edimburgh!
- Fuimos a una tienda llamada Europa Music, que era calidad pura! Henriikka la encontró con su imán para el rock, y allá Deborah y Henriikka arrasaron con todo. Yo estaba tan agobiada viendo todo lo que me quería comprar que al final no me compré nada. La mejor posibilidad hubiera sido un vinilo o 10 de ellos, porque estan muy baratos y me molaba la idea. Pero para eso tenía que asegurarme de que la minicadena para escuchar vinilos todavía funciona, y si puedo hacer chanchullos para organizarlo en mi cuarto. Lukas se compró un vinilo towapo de una tal Melanie, una cantautora de los 60 colega posiblemente de Joan Baez. Yo no la conozco pero las carátulas y dibujos del vinilo eran una pasada.



La parte de los vinilos era una cosa exagerada, había vinilos de todo, de TODO, y encima super baratos! Yo quería comprarme uno (seamos sinceros, quería comprarme mil!), pero decidí consultar primero a mis progenitores si todavía funciona nuestro tocadiscos. Una vez confirmado el dato, ya estoy preparada para adquirir frikadas del tipo:



Al acabar de la tienda (bueno, sin acabar: me hubiera pasado la mañana allí!) cogimos los trastos y el bus a Glasgow y Loch Lomond.

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En el bus, mientras comíamos (esta gente también tiene costumbre de aprovechar el ratito que estamos sentados en el bus para comer, a eso se le llama economía de medios, o no saber disfrutar de la comida como dice Elise!), escuchamos a alguien hablar español. Cuando acabó de contarle a su madre que había suspendido las asignaturas que tenía y que había decidido terminar la carrera en Inglaterra, le hablamos. Era de Cadiz (o algo así, por el Sur), y estaba en Sheffield de Erasmus, pero como tenía vacaciones se había ido a Londres de viaje y luego se había subido a Escocia, acompañado de una francesa amiga suya. Iban a Loch Lomond sólo para un día, y nosotros en cambio íbamos para dos noches, así que pasemos al lugar donde pasamos las dos noches: el albergue de Loch Lomond.


Peazo castillo! El albergue era una pasada, triple mejor que el de Stirling (que no estaba mal). Las habitaciones daban a una vista increible:



Y bueno, la cocina era monumental, lo único un poco cutre era que sólo había dos duchas por planta... a parte de eso FLIPAS. Además los trabajadores eran muy majos. Había también un español, Antonio, un tipo extraño que resultó ser un exiliado de su país. Ha estudiado filosofía y ha trabajado de profesor en Chile O_O, Japon, Nepal, ... Qué fuerte! Ahora se quiere ir a Mexico, pero está en Escocia para hacer dinero y luego irse. Qué tipo! Era muy majo y me puso al corriente de lo que supone trabajar en este país, y la buenísima idea de buscar curro en un albergue de estos juveniles, porque te pagan muy bien y no haces casi nada, además de que el ambiente de trabajo parece bueno y que un lugar como Loch Lomond es más que mítico!!

Pero os dejo con más fotos ilustrativas del albergue.


Una vez acomodados, salimos a buscar la ciudad más cercana, teniendo siempre cerca el bellísimo lago Lomond, el más grande de Escocia.

La ciudad más cercana era Balloch. Allí había un Somerfield donde compramos cosas para la cena. Al volver, directamente nos pusimos a prepararla, ya que a Lukas se le ocurrió la gran idea de querer hacer pizzas para todos, así que le ayudamos y al final salieron unas pizzas caseras que flipas!



Aquí Jaqueline preparando el postre: una cosa cuyo nombre no recuerdo que consiste en masmelos mezclados con azucar y no sé qué más, típico postre de campamento americano: todo grasa! XDDDDD

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En la cena nos cebamos. Estoy comiendo mejor en los viajes que en la residencia, menudas curradas nos pegamos para cocinar!!

Al acabar, los chicos (excepto Lukas) se ofrecieron para fregar los platos ya que no habían estado en la preparación de la comida. Mola mucho esta gente, no suelen eludir la responsabilidad de trabajar para "la comuna"! Aquí tenemos a Jonathan, Oliver, Ben el american y Stefan haciendo su papel en el circulo de la vida.
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La noche del albergue fue... aburrida. No sé qué pasaba pero la gente estaba super pasiva, todos a su bola escribiendo postalitas o mirando al techo o medio durmiendo en la sala de los sofás

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Yo, la verdad, estaba que me subía por las paredes. Se supone que estamos en Erasmus no? Pues fiesta!! Al menos un poco de movimiento, no sé, algo! Por lo menos me entretuve con la guitarra y Henriikka y Ben (el americano, que resulta que también toca muy bien). A parte de eso, desesperación: dos o tres horas en un sofá sin hacer nada, si al menos hubiera estado Ale, seguro que hubiéramos estado toda la noche haciendo el moniato por el albergue, riéndonos de todo y tal. Pero esta gente, no sé yo... parece que a veces se les agotan las pilas y no responden a estímulos de ningún tipo!

A las 11 la gente empezó a irse a dormir, QUE ASCO. Yo por principios aguanté hasta las 12, pero luego el asqueamiento me pudo y decidí irme a la habitación y ponerme música... fue un poco decepción de noche.

Al día siguiente, desayuno y preparación: hoy toca excursión!!! Debido a un accidente con sus gafas (Ben se las pisó sin querer), Lukas no pudo venir porque tenía que ir a intentar arreglárselas, ni tampoco Elisa, que decidió acompañarlo.

El resto, fuimos a un lugar llamado Balmaha (que decidimos rebautizar con el nombre de Alabama (y cantar la canción de sweet home y todo!). Fue una pasada, porque toda la senda nos llevaba por una zona que era del todo diferente a lo que habíamos visto anteriormente. En vez de prados había arboles gigantes, y en vez de acantilados con mar había montañas y tal. Se notaba que estabas caminando por las West Highlands, se respiraba en el ambiente! Hicimos una marcha de unas 3 horas, que no está nada mal, ya que aquí caminar es mucho más dificil que en España porque tienes las condiciones meteorológicas en tu contra: no es lo mismo caminar ahí con solecito y calor que andar con gorro, bufanda, abrigo, barro, viento, lluvia, nieve, etc. Pero el tiempo se portó bastante bien y pudimos hacer la excursión casi sin lluvia.
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Cuando subimos arriba de la colina, flipamos con la vista: se veía todo el Loch Lomond, y las Highlands al fondo, tal que así:
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Algo gracioso fue que nos encontramos con un escocés, al que bautizaremos con el nombre de Andrews McConaghan. Un señor de unos 70 años que íba a hacer su paseo habitual de los domingos (sunday walk!), que consistía en una caminata de 5 horas! El tipo estaba más en forma que todos nosotros juntos, qué hombre! Iba con un mapa, y nosotros no, así que le preguntamos por el camino de vuelta y estuvo encantado de ayudarnos. De rebote, en su ayuda incluyó dos o veinte historias sobre cómo se conoce el lugar, porque solía venir todos los días de pequeño, cuando nosotros no éramos más que un grano en el culo de nuestro padre (lo dijo así exactamente!). Aquí os dejo la foto memorable. Señor McConaghan, nunca le olvidaremos, you are Scotland:

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Aquí otro ejemplo de cuando paramos a comer: todos de pie (no te puedes sentar porque te llenas de barro, pero qué asco!) comiendo bocatas... yo incluso me llevé yoghurts que estaban de oferta en el super, para hacer como que comía postre y todo, porque si no qué depresión me causan los sandwitches!!!
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Al acabar de "comer", fuimos hacia abajo de la colina, en el camino de vuelta donde encontramos ovejas por un tubo. Son to monas y se te quedan mirando en plan "qué estás contant-me", increible...

Aquí las ovejitas Image hosting by Photobucket
Y aquí la ovejita descarriada, también conocida como ovejita pasota que decide ir por en medio de la carretera.
Image hosting by PhotobucketAl volver a Alabama, hacía sol (SI!) así que, mientras que algunos se metieron directamente en el pub, otros decidimos hacer uso de los pobres marginados banquitos de la zona de picnic, y comer otra vez. Moló mucho, hasta que se puso a llover a lo bestia y acabamos nosotros también yéndonos al pub, donde me pedí un chocolate que venía con sorpresa: masmelos con forma de pato!
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Estuvimos un ratito charlando y descansando, fue un momento de gloria, como todos los momentos de tomar chocolate caliente cuando vienes de una excursión con el frío que hace! Luego decidimos salir a dar una vuelta hasta que llegara la hora de coger el bus de vuelta. Volvía a hacer sol, y fuimos paseando por la orilla del lago disfrutando del paisaje... de nuevo, una imagen vale más que mil palabras:
Image hosting by PhotobucketAl volver al hostal, tras la ducha, nos quedamos en la sala de sofás un ratito, leyendo y escribiendo postales y viendo la tele (hemos descubierto que la Bird Flu -Gripe Aviar- está amenazando Escocia, y yo no tenía ni idea, pero qué fuerte!! Menos mal que Lukas dice que se puede comer pollo siempre que esté bien cocinado... uff!). En unos 10 minutos estábamos todos torrados. Al despertarme bajé a la cocina y había gente ya preparando la cena (arroz con verduras), así que me puse a ayudarles. Fotos de la cena no tengo, porque se me olvidó la cámara en la habitación y estaba demasiado cansada como para subir a cogerla! Pero estuvo guay, la gente estaba un poquito más animada que la noche anterior. Descubrí que los franceses (y el resto del mundo excepto España) comen arroz con mantequilla y que, joder, está bueno! Pero no creo que lo coma muy a menudo ya que me dijeron que corro el riesgo de sufrir un infarto, ya que en Francia el nivel de infartos es superior que en toda Europa, todo debido a que comen mantequilla con el arroz y las varitas del capitán pescanova! De postre había helado, delicioso!

Por la noche estuvimos otra vez en la sala de los sofás. Un poco más animados, la gente se unió al juego de pasar la frontera (algunos de ellos son super-inteligentes y lo pillaban en seguida, véase Andrea la austríaca y Eve la belga). Jaqueline también conocía el juego (Jaqueline mola un puñao, se sabe todos los juegos y canciones y siempre está dispuesta a animar el cotarro, una canadiense que se comporta como una auténtica Erasmus!), y estuvimos rayándonos hasta que la gente decidió irse a dormir. Al final nos quedamos Henriikka Lukas Elisa y yo, tocando la guitarra. Aprendí que Led Zeppelin es calidad y Henriikka aprendió a tocar "una finestra al mar" de Lluís Llach y "sota la pell" de Gerard Quintana!

The next day, salimos a pasear por la zona del albergue, a ver qué descubríamos. Lo que descubrimos fue que hay una carretera horrible entre el albergue y el lago, una muestra más de la estupidez del ser humano y su absurda intención de acabar con la naturaleza, aún sabiendo que posiblemente ella acabará con nosotros después. Todo esto lo discutí con el tipo del albergue, Antonio, aquí una foto con él y Deborah (a la que llamaremos desde hoy la colega de los tipos de albergue)

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En mitad de caminata se puso a llover más que en la vida, una lluvia demasiado intensa para Escocia que de nuevo nos hizo recordar que estamos en las Highlands! Corrimos hacia el albergue, donde nos costó Dios y ayuda secarnos la ropa y calentarnos los pies... luego estuvimos allí tocando la guitarra (yo, el resto haciendo NADA) esperando a que viniera el bus. Cuando toqué una canción de Silvio Antonio vino corriendo y me preguntó si me gustaba y tal, y me dijo que también le mola mucho, que cuando vas a Sudamérica empiezas a entender el porqué. Por supuesto, le creí, cómo se puede desconfiar de alguien que opina que Violeta Parra es un milagro de la naturaleza?

Hacia las 2 de la tarde cogimos el bus para Glasgow, y una vez en Glasgow el grupo se disgregó: unos quisieron volverse cuanto antes a Aberdeen y otros decidieron quedarse en Glasgow. Yo por mi parte, con el apoyo de la gran Henriikka diosa del Rock & Roll y con mensajes alentadores de mi madre ("cómpratela"), me fui en busca de la cartera calidosa de los Beatles que había visto la última vez que estuvimos en Glasgow y no me había comprado por remordimientos con el dinero. Allá que llegamos, y la encontré, y ahora en mis manos está, es lo mejor!!!
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Tras la compra, Henriikka y yo protagonizamos la secuela de Panico en el Virgin Stores. Estuvimos lo menos una hora mirando pelis y cds, comentando todo, deseando comprar miles de cosas (por qué es barato? no lo entiendo!). Al final Henriikka se compró un disco de los Specials y yo nada, que ya tenía bastante con la cartera y hay que reservar pelas para Edimburgh!

Al volver a la estación nos metimos los 4 de mi grupo en un pub a esperar a que llegara la hora de coger el tren. Allí, junto con un plato de Cheesy Chips (patatas fritas con queso fundido por encima) y una cocacola (supersize, aquí tampoco tienen tamaños normales!), disfrutamos de la música towapa del local.

En la vuelta del tren dormí y no se me hizo nada pesado, viajar en tren es una delicia en este país. Al llegar a Aberdeen hacía un frío de cojones. Como siempre... pero por qué no llega la primavera!! Cogimos un taxi cuyo conductor era algo extraño y, una vez superado el miedo de que pudiera llevarnos a un descampao a cortarnos a trocitos, llegamos a la residencia. Ducha, teléfono con la família, y dormir.