miércoles, febrero 15, 2006

CAPÍTULO ESPECIAL: ESTOS BRETONES ESTÁN MAJARETAS (Obelix Dixit)

En este capítulo especial trataremos dos afirmaciones más que relevantes sobre nuestros queridos escoceses/irlandeses/ingleses (a Obelix y a mí nos gusta llamarlos "bretones"). Y son las siguientes:

1) Celebran San Valentín

Nuestras compañeras de piso (las dos Jenny) la liaron en la cocina: se pasaron toda la tarde haciendo estúpidas postales de amor a sus novios, con recortes de revistas y subrayador rosa. Qué fuerte! Encima, ayer por la noche había un "dating day" o algo así, que consiste en que se hacen dos filas (explicación de la irlandesa X, una okupa amiga de Jenny que vino a contarnos toda la ropa que se había comprado en dos horas), se hacen dos filas, una de chicos y una de chicas, y cada persona tiene dos minutos para conocer al que tiene en frente cada vez. Van rodando hasta que pasan todos por todos. Después, si has descubierto a tu pareja ideal, estás obligado a pasar el día de San Valentín con ella. Amazing.


2) Sufren de paranoia i terror al peligro, y son en consecuencia unos fanáticos de la seguridad. Esto lo podemos observar en fenómenos como los siguientes:


a) Carteles-advertencia: Los tienen de todos los colores y sabores:

- "No te acerques a los acantilados"
- "vigila tu bolso" (en la biblioteca)
- "No atravieses solo el Seaton Park si es de noche"
- "Cierra siempre tu ventana para evitar posibles robos"
- ...

b) Alarmas: todas y cada una de las casas que he visto en Aberdeen lucen una bonita y ensordecedora alarma en sus fachadas. Las empresas aseguradoras deben de forrarse aquí.

c) Vecinos: Tienen, como ya expliqué, comunidades de vecinos que velan por tu seguridad. Paura!


De modo que... tienen miedo de la "mala gente". Y eso resulta chocante por el hecho de que... aquí no hay mala gente!! Es decir, no he visto a ningún "chungo" de los que deambulan por las ciudades españolas, ningún "quinqui", nadie que tenga pinta de querer robarte la cartera ni nada parecido... Un ejemplo ilustrativo de esto es mi propia experiencia: El otro día perdí un guante, mientras corría a la clase de alemán porque llegaba tarde. Pues bien, al día siguiente, en el mismo camino hacia la clase de alemán, paso por una escalera y me encuentro mi guante en uno de los peldaños. "Qué coña!" Pensé... y luego pensé "qué buena gente, en España ya me habrían robado el guante o lo habrían tirado a la basura o algo así, ni de coña dura un guante en el mismo sitio un día entero!"). Hoy he intentado hacer la misma prueba con el paraguas: lo he dejado abandonado en un rincón del camino al Seaton Park, para ver si al volver aún seguía ahí. Lo malo es que he vuelto por otro camino y se me ha olvidado comprobarlo, así que tentaré a la suerte con un día más. La verdad es que si no está no pasará nada, básicamente porque el paraguas está roto. Se me rompió el dia de la tempestad, detalles de la cual ya ofrecí antaño.